Una tabla de quesos se puede acompañar con trozos de pan y vino.
Un queso de excelente calidad vale por tres o cuatro trozos de cualquier queso.
Se recomienda elegir una gama de quesos de categorías diferentes para presentar diversas texturas, además de variar los colores de cortezas y la consistencia interior.
El color debe estar dado por las cortezas y no por racimos de uvas o frutas; si se desea decorar la bandeja lo mejor es usar hojas de roble o castaño, hierbas frescas o flores silvestres. Se puede agregar tipos variados de pan.
Si se la opción de acompañar el queso es el pan, es preferible servir un buen pan fresco y de corteza crujiente en el caso de los entables.
Las frutas frescas se sirven por separado.
Los trazos cortados de formas diferentes hacen mas interesante la bandeja. Si es posible, hay que evitar la monotonía de las formas y presentar en cambio quesos hechos en forma de pirámides, cubos o cilindros, o cortar el queso de formas distintas.
Algunas veces, se acostumbra servir el queso antes del postre para terminar el vino del plato principal; o bien, los quesos azules (que como tienen sabor mas fuerte, deben comerse al final), se puede servir vino dulce, que también acompañar al postre.
En la comida, la bandeja de quesos también puede servirse como plato principal: la selección de quesos se acompañan con una ensalada de hojas mixtas, vegetales en vinagre, frutas frescas, frutos secos y pan. Si se desea, servir también una selección de vinos. |